¿Debería ser el comercio de órganos legal?

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Tan solo este año hay 99 mil estadounidenses que esperan por un trasplante de riñón.

Ante esto, la triste realidad es que la mayoría de estos pacientes en espera no van a lograr obtener un nuevo riñón.

Es debido a esta situación que surgen preguntas como ¿Deberían los gobiernos permitir el comercio de órganos de forma legal?

La duda surge debido a que las personas no están del todo dispuestas a donar, sin embargo, se muestran más abiertas cuando se trata de un negocio.

Son más receptivos cuando se trata de vender uno de sus riñones, mientras haya alguien que quiera comprarlo.

Lo cierto es que hasta este momento, el mercado de los órganos es ilegal. Para los gobiernos, el precio legal a pagar por un órgano es de cero dólares, es decir, gratis. Contrario al precio que hay implícito de forma ilegal en el mercado.

En consecuencia, las opciones que tienen los pacientes que requieren un órgano son bastantes limitadas, debido a la escasez que hay de personas dispuestas a donar los suyos. 

Por esto ha surgido una corriente de opinión en la que se asegura que contar con un mercado de órganos va a permitir que se acabe ésta problemática.

¿Estaría dispuesto a donar?

Si se le pregunta a cualquier extraño si está dispuesto a donar un órgano, probablemente diga que no.

Opinión que cambiaría si se le ofrecieran 100 mil dólares, posiblemente.

Quienes defienden este comercio piensan que lograr esta regularización podría asegurar que miles de personas vivan mejor cada año. Tanto para quien recibe el órgano, como para el que lo da.

Para muchos, que el mercado de órganos siga siendo ilegal representa que más personas mueran por año, a causa de no conseguir un donante.

Pese a ello, hay quienes piensan que permitir este tipo de regulación solo daría la oportunidad de que aparezcan situaciones indeseables, o de explotación.

Los primeros opinan que estos escenarios podrían evitarse completamente si se hiciera un diseño de ley apropiado junto a una regulación específica sobre éste posible mercado.

Opiniones

Los desertores de esta idea aseguran que, si el mercado de los órganos fuera legal, los órganos tendrían un costo elevado, lo que supondría que solo aquellos con un gran poder adquisitivo podrían tener acceso a esta posibilidad.

Por otro lado, quienes están a favor, objetan que la alimentación puede resultar cara para los pobres, y no por eso se ha prohibido la venta de este rubro.

Por el contrario, se hacen subvenciones a los pobres por medio de cupones de alimentos. Esto podría aplicarse igualmente en el caso de órganos, opinan.

Agregan además que al convertirse en un mercado libre, el precio de los órganos sería mucho más bajo que el costo que tienen en este momento en el mercado negro.

¿Los pobres serían los más vulnerables?

Otra de las grandes dudas que surge por parte de quienes no están de acuerdo con esto, es que los pobres serían más vulnerables y, por lo tanto, corren el riesgo de ser explotados por otras personas con más dinero.

La respuesta de los defensores de ésta idea es que eso no demuestra que el comercio de los órganos deba ser prohibido, sino que se le permita a las personas que ganan, por ejemplo, más de 60 mil dólares al año, vender sus órganos.

También se argumenta que muchas veces las personas pueden apresurarse en la decisión de vender algún órgano sin tener plena compresión de los riesgos que se implican con este tipo de procedimiento.

Pero, de nuevo, esto se podría regular con las licencias, poner pruebas psicológicas, o algún proceso que se traduzca en la compresión real de todos los costos, beneficios y desventajas.

Hay quienes en definitiva ven como negativa la comercialización de los órganos, porque a su parecer viola de alguna forma la dignidad humana o la integridad.

Pero la realidad es que esto independientemente de si es legal o no, está pasando, y de forma legal o no, está matando a personas.

Lo normal alguna vez pudo ser tabú

Lo cierto es que muchas de las cosas que hoy cualquiera podría considerar normal, alguna vez fue vista como indigna, desagradable, o como tabú, ya que se tenía la idea que mercantilizaría la vida.

Ejemplo de esto son los seguros de vida, trabajar por un salario, la anestesia, entre otros.

Datos

Para refrescar los datos actuales, 123 mil personas esperan por un trasplante de riñón. Esta cantidad solo es la que se registra en los Estados Unidos, según la Red Unida para la Donación de Órganos.

El año pasado se hicieron 30 mil donaciones, lo que se traduce que cinco de cada seis personas no recibieron el órgano que necesitan para vivir.

En Latinoamérica

Ahora bien, si nos referimos a la situación en Latinoamérica se puede decir que se trata de un caso extremo. Ya que la Organización Mundial de la Salud estipula que el número de donantes debería ser al menos 40 por cada millón, pero apenas y se alcanzan a lograr cuatro por millón.

Incluso, las cifras no son positivas en los países con la política del silencio afirmativo, en cuanto a la donación de órganos de personas fallecidas. Tal es el caso de Venezuela.

Esto se debe a que además de las leyes, es necesaria una política eficiente para recolectar datos entre los receptores y donantes.

Aún en aquellos países que tienen políticas de “silencio afirmativo” para la donación de órganos de fallecidos, como Venezuela, esta cifra no mejora, porque más allá de las leyes, se requieren políticas eficientes de recolección de datos acerca de los receptores y de los potenciales donantes, y aún más allá, se requiere romper tabúes culturales acerca de la donación de órganos.

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