Una de las verdades incómodas de América Latina es que el comercio de órganos existe.
De hecho, tan solo hace unas semanas atrás, este fue un tema del que se habló en México.
Carlos Castellanos Becerra, secretario de Seguridad Pública de Michoacán, hizo un tweet para anunciar que se había detenido a un integrante del cartel de los Caballeros Templarios, a quien se le investigaba por la muerte de menores de edad a quienes se les habían extraído sus órganos para venderlos.
Luego de este impactante comunicado, Jesús Murillo Kara, Procurador General de la República de México, puntualizó que el tráfico de órganos no “es tan grave” en el país, “pero no queremos que crezca más”.
Lo cierto es que gran parte del tráfico de órganos sucede entre las sombras, y esto ocurre de esta forma debido a que los mismos gobiernos del cono sur así lo han permitido.
En este caso, no existen cifras oficiales, ni datos que aporten una visión certera de ésta espeluznante realidad. Por lo que el mismo gobierno, en el caso mexicano, está en plena negación.
Los expertos
Alicia Verdú, quien es criminóloga especializada en trata de personas y tráfico de órganos, afirmó que los mismos estados no quieren asumir que existe la comercialización de los órganos dentro de sus países, a menos que salga a la luz pública un escándalo, dada la mala reputación que esto puede acarrear.
Esta investigadora española calcula que al menos 10 por ciento de los trasplantes de órganos se hacen de forma ilegal en el caso de España, y que esta incidencia es mucho mayor en América Latina debido a la pobreza, la creciente corrupción y las debilidades propias de cada sistema judicial.
Para tener un concepto claro de lo que se considera como actividad ilegal, es importante resaltar el siguiente ejemplo: pagar para que una persona pase al primer lugar en la lista de espera, en el caso de una donación de órganos.
El órgano más comercializado
Sin lugar a dudas, la verdadera estrella en la comercialización de órganos es el riñón. De hecho, se estima que tan solo este órgano representa el 75 % de la actividad ilegal que se desarrolla en éste mercado.
Esto se debe a la concepción que se tiene de que, como el cuerpo humano tiene dos riñones, no pasaría nada grave si solo cuentas con uno. Pero en realidad sí pasa y sí se trata de algo grave.
Verdú explicó que es la población pobre la más vulnerable, son ellos los que han ido comercializando este órgano y, por lo general, las personas de este estrato social cuentan con trabajos exigentes en lo físico, por lo que requieren tener una buena condición de salud.
Por lo que una vez que ya fueron operados deben tener un tiempo de reposo, en los que no pueden hacer la misma cantidad de esfuerzo que hacían antes en su trabajo.
Datos rastreados
Organs Watch, organización que se encarga de rastrear el tráfico ilegal de órganos, publicó unas cifras en 2013 que afirmaban que, anualmente, se venden entre 15 mil y 20 mil riñones mundialmente de forma ilegal.
¿Existe el robo de órganos?
Los especialistas afirman que no existe el robo de órganos para trasplantes.
Alicia Pérez Duarte, quien es una académica respetada y que forma parte del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, dedicó gran parte de su vida a este tema.
Y es que durante su carrera estuvo al frente de la Fiscalía, donde investigó este tema con mayor profundidad.
Esta investigadora se encargó de seguirle el paso a los testimonios que se había encontrado donde se conocía que a alguien le quitaron un riñón, una córnea, etc.
Y a pesar de todo el tiempo que dedicó a esto, nunca encontró evidencia de que fuera cierto.
Siempre que empezaba a investigar terminaba en un callejón sin salida.
Al no poder verificar ninguna de las historias que conocía, buscó la ayuda y asesoría de médicos cirujanos para determinar si esto era viable.
Pérez Duarte explicó entonces que el mismo protocolo de trasplante de órganos hace que sea imposible el tráfico de órganos.
En centroamérica
Francisco Cortázar, otro investigador con un doctorado en Ciencias de Información y Comunicación ha determinado que este mito del robo de órganos se ha construido en la sociedad a lo largo de los últimos 30 años.
Incluso sus investigaciones ha revelado que el robo de órganos fue usado como un arma ideológica dentro de América Latina durante la Guerra Fría.
Afirmó que el origen de ésta leyenda urbana, que se ha difundido tan extensamente, data de los años 80.
En su trabajo, titulado “La leyenda del robo de órganos”, explica que todo surge por una acusación hecha desde los partidos y movimientos de izquierda.
La nota que hicieron se distribuyó en medios soviéticos y en aquellos países aliados que existían para el momento. El fin era señalar lo descarados que eran los capitalistas, quienes querían comprarlo todo.
El Ex secretario del Comité de Bienestar Hondureño, Leonardo Villeda, para la época, anunció, incluso, una alarma sin tener prueba alguna del contrabando de niños del tercer mundo, para que, supuestamente, los ricos de Europa y Estados Unidos tuvieran un órgano de repuesto.